Así como los arquitectos dedican parte de su tiempo para hablar con sus clientes, esto para entender mejor sus deseos y necesidades, el diseño de tecnología también requiere de prestar atención a los que los futuros usuarios desean. A la escuela del diseño que contempla la colaboración activa de los stakeholders se le conoce como diseño participativo.
El diseño participativo consta de esfuerzos para formar una base de información (i.e., insights) para definir los objetivos y necesidades de los stakeholders respecto a un servicio o producto. En general, este contempla tareas como comprender el razonamiento detrás de diferentes posiciones/acciones, aclarar cómo se relacionan entre sí, y diseñar y presentar una solución que acomode a las necesidades y gustos de los stakeholders. Para lograr su meta, el diseño participativo hace uso de diferentes tipos de técnicas.